Los diagnósticos sociales incluyeron un análisis socioeconómico de las familias, la identificación de barreras de acceso a servicios gubernamentales y redes de apoyo, así como la detección de problemáticas relacionadas con la habitabilidad de sus hogares. En paralelo, se implementaron mejoras que incluyeron trabajos de jardinería, restauración de fachadas, limpieza y reparaciones menores en 10 viviendas. Estas intervenciones no solo mejoraron las condiciones físicas, sino que también promovieron la inserción laboral y social de los usuarios de la hospedería, quienes participaron activamente en las obras.
Esta metodología permitió combinar el aprendizaje práctico de los estudiantes con soluciones concretas para la comunidad, logrando un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y fortaleciendo las redes sociales en el territorio.